Hoy estaba con la emoción de la apertura de los juegos olímpicos de Vancouver. Siendo un gran amante de deportes, me conecté desde muy temprano para escuchar los últimos detalles sobre este grande evento planetario.
De repente escucho que el competidor georgiano de luge Nodar Kumaritashvili sufrió un terrible accidente mientras se hacía su última vuelta de entrenamiento para los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver.

El jóven aunque no era considerado como un posible ganador de medallas, era el orgullo de todo un pueblo que aún batalla con una guerra civil. El sueño de un pays, de un pueblo, de una familia, de un chico que deseaba triunfar en la vida se convirtió en su propio fin.
La vida es tan corta. No vivas pensando en que le pedirás perdón a Dios mas tarde o creyendo que estás en esta tierra eternamente. Cuando uno menos espera la vida nos trae sorpresas. Soñemos y proyectemonos como si vivieramos aún 70 años más, pero vivamos nuestra vida cristiana y en santidad como si hoy fuese nuestro último día.
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